La Ley del Deporte

FEDERICO "EL LOBO" MULLER

YANINA LESCANO SUPERA A PAOLA BENAVIDEZ POR DECISIÓN UNANIME EN EL FERROCARRIL Y QUEDA LISTA PARA PELEAR POR UN TITULO

Yanina “La Panterita” Lescano le ganó por puntos en fallo unánime a la chaqueña Pamela “La Yarará” Benavides, en un evento organizado por la Comisión Directiva del Club Atlético Ferrocarril y la Comisión Municipal de Boxeo en el Estadio Juan de Dios Obregón.

«La Meca del Boxeo» recibió mucha gente que disfruto la música, animación, reconocimientos, peleas previas (la estelar arranco muy tarde), se divirtió y grito (somos todos técnicos) en cada una de las batallas y también en los recreos con la música, los ídolos, y los personajes de la familia del box. Todo, en una caliente noche de verano entrerriano.

En su regreso al ring, la púgil concordiense no dejó dudas y venció a Benavides en el combate de fondo, en una pelea que tuvo 8 rounds de 2 x 1, como marca el reglamento femenino.

A Yanina se la consideraba, y con razón, la favorita, pero esta vez la superó de manera tan convincente, que hizo que su probada oponente pareciera unidimensional y hasta una amateur, cuando para nada lo es.

La concordiense lastimo regularmente a Benavides y finalmente gano todos los asaltos. «La Yarara» fue para adelante buscando el achique, el desborde, pero Lescano, la castigó repetidamente como consecuencia de esto. Controló el alcance y el ritmo al que pelearon y, con su sincronización, manos por ráfagas combinando velocidad y precisión, diluyo las chances de su rival.

La hinchazón apareció en el rostro de Paola, y ya al promediar la contienda, empezaba a parecer una mujer golpeada. Hay que estar muy bien físicamente para aguantar una pelea tan dura y tener una gran tolerancia al castigo y al sufrimiento, como para no entregarse antes de escuchar la campana final. Me «saco el sombrero» con ella, como siempre. Y no me extraña para nada…

«La Panterita» estaba en una condición física y boxística inmaculada. Derecha fuerte, arriba y abajo, ascendentes, descendentes, ganchos y cruzados por doquier. Ya en el primero sus combinaciones hicieron zapatear a su oponente.

La pupila de Cesita y Ramón Lescano no permitió que la pasen por arriba, que la abracen, que la palanqueen, que le vayan con la cabeza, y que se la coman en una «riña de gallos». Tuvo una evolucionada «corta distancia». Su mejor defensa fue su gran ataque. Más allá de su conocido retroceso y cualidades en la larga, como siempre, estuvo bien en la corta, como pocas veces. Como para no dejarse aplastar y poder salir fortalecida hacia afuera, donde se ve su mejor repertorio.

Yanina, después de ser acusada durante mucho tiempo de «falta de poder», anoche pego con fuerza, potencia, y malas intenciones. Su polenta estaba por encima de lo vivido anteriormente. Al menos, dos «barritas más de energía», que en sus últimas presentaciones. Anoche estaba para pelearla a cualquiera.

«La Chaqueña» recibía y seguía, tanto fue así que al concluir el sexto, el entrenador considero rescatarla de un mayor castigo. Ella, en cambio, valientemente, y como se esperaba, decidió seguir luchando hasta el final. Aunque ya en el último round estaba quebrada física, mental, y espiritualmente.

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Al sonar la campana final, las tarjetas que siguieron, parecían, incluso para los estándares del boxeo, una formalidad: rápidamente se confirmó que «La Yani», feroz, y en gran mejora, había sido premiada en todas las rondas. Fue una clase magistral de la chica del barrio «Pancho» Ramírez, donde logro que la respetada Benavides fuera totalmente neutralizada y desmantelada.

Las mejores, y más renombradas boxeadoras en la categoría Ligeros o Superligeros, por estas latitudes, son Maira Moneo (ya perdió y gano una vez con ella), la popular Erica Farias, la invicta Micaela Díaz, «La Indiecita» Anahí Sánchez, y la representante de Camioneros Yamila Belén Abellaneda.

Al terminar el festival “La Panterita” Lescano dijo: «Me siento muy contenta de poder terminar el año con este triunfo. Sabíamos que iba a ser una pelea larga, que íbamos a terminar los ocho rounds porque conocíamos a la rival. Tiene mucha experiencia, es muy fuerte y dura. Gracias a Dios me sentí muy bien, muy bien físicamente. Como ya conté varias veces, tuvimos un cambio de profesor y esta era la prueba para ver cómo nos iba, y por cómo me venía sintiendo sabía que iba a tener un buen resultado».

«Agradezco a mi equipo, a mi papá, mi DT Ramón Lezcano, a César Rousé, a mi «manoplero» Jorge Rosales y en especial al profesor Mateo Orlandini que nos abrió las puertas de su gimnasio sin ningún tipo de interés y nos llevó a donde estamos hoy».

«Se lo dedico primero a toda mi familia, a todos los chicos de mi equipo, mis compañeros de running, a mis compañeros de gimnasio que vinieron a hacerme el aguante, y especialmente, como dice mi gorrita, … «La gloria es para Dios, siempre».

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