San Lorenzo perdió contra Atlético Minero por 1-0 y se quedó afuera de los octavos de final de la Copa Libertadores. Y encima después de haber sido derrotado por Boca por el Campeonato Local. Es cierto, se quedó afuera de la Copa. Es cierto que los resultados siguen sin aparecer. Pero también es cierto que poco se le puede reprochar a un equipo que superó a un candidato como Atlético Mineiro, tanto en la ida (1-1) como en su propia casa en Brasil, donde cayó 1-0 y pudo haber pasado tranquilamente a los cuartos de final.
En el primer tiempo «Los Cuervos» jugaron un poco mejor pero sin concretar las jugadas realizadas. Se nota que quiso el triunfo desde el primer momento. Mientras tanto, Mineiro, en vano, trataba de encontrar espacios para su juego. La primera parte finaliza bien San Lorenzo, con un misil de Leguizamón que reventó el travesaño a los 43 minutos, y en el rebote, Irala mostró su buena pegada y la pelota pasó cerca del ángulo superior izquierdo de Everson. Así se van al descanso, empatados, al igual que en el partido de ida en San Lorenzo de Almagro.
Tras el receso, San Lorenzo siguió siendo protagonista, atacando por varios lados y con mucha gente en el área, pero le costaba ser preciso en la finalización y en otras ocasiones, el arquero de Mineiro, tapo varias pelotas salvando de gol. Hasta que llega, contra los pronósticos, el gol brasileño. Encima de Battaglia, un ex Huracán, quien cabeceó solo, e «inflando un globo». En desventaja, «Los Gauchos de Boedo» fueron a buscar la hazaña, pero le hicieron daño de contra ataque. Inclusive, desguarnecidos, casi reciben otro gol. El encuentro termina con Mineiro en su mejor momento y con un desordenado San Lorenzo.
Con el futuro en duda para lo que viene, el Ciclón deberá quedarse en lo que sí tiene. Esos pibes que se plantaron en la ida en el Nuevo Gasómetro, el fin de semana en la Bombonera o este martes en Brasil. Óscar Arias, Elías Báez, Santiago Sosa, Elián Irala o Iván Leguizamón: todos pibes del club que dejaron la certeza de lo confiable que son en un contexto adverso, con muchas bajas y en un plantel que también debió esperar a dejar de estar inhibido para usar a sus refuerzos.
Poco consuelo para San Lorenzo que deberá volver y encontrarse en esa realidad en la que no pelea la Liga Profesional y en la que está lejos de todo en la tabla anual.
Además, durante el partido se vivieron hechos violentos, donde la policía local reprimió a la hinchada visitante. Y hasta hubo golpes y balas de goma.
Pese a la eliminación y especulaciones sobre su futuro, en la conferencia de prensa posterior al encuentro, el técnico «Santo», «Pipi» Romagnoli, afirmó: «Quiero seguir en el cargo. Tengo fuerzas y el deseo estar. Estoy en el lugar que quiero, aunque triste porque los resultados no se están dando. Y no tenemos la satisfacción de ver lo bien que jugamos”.
IARA ALMADA PARA «LA LEY DEL DEPORTE»
