El jueves 12 de octubre me habla mi colega y amigo de Chajarí, Carlitos Rossi, y me dice que estaba en «La Ciudad de Amigos», el chajarience y flamante presidente de la Federación Argentina de Boxeo. Me pregunto que si me interesaba hacerle una nota. Le dije que si, que encantado, no todos los días uno puede hablar con la máxima autoridad de uno de los deportes más populares y gloriosos de nuestro país.
El hombre estaba festejando los 50 años de egresado de la escuela primaria Maristas, y visitando a sus hermanas y amigos. Le hablo, me dice que sí, que con mucho gusto, y me paso la dirección de su casa. Al otro día me tomo el micro de las 6 y 10 desde Concordia, con entusiasmo y alegría, y tipo 8 y 30 ya estábamos ahí, tomando mate y conversando cómodamente en su casa de la infancia.
Me encontré con una persona hospitalaria, tranquila, cordial, y culta. Hablo de su vida, y sobre todo de su pasión deportiva: el box. El hombre de la historia de hoy tiene 63 años, es Abogado, juez de boxeo de campeonatos mundiales, integró mucho tiempo el Tribunal de Disciplina de la FAB, y ocupó diferentes cargos en el Consejo Directivo, incluso la vicepresidencia. Es decir, un hombre al que nada del boxeo le resulta ajeno.
Hoy ha sido elegido como presidente de la Federación Argentina de Box en una asamblea general, por aclamación, tras los fallecimientos de los anteriores presidentes: nada menos que Luis Romio y Osvaldo Bisbal. Bienvenido chajariense, doctor, y presidente de la Federación Argentina de Box Luis Arturo Doffi a «La Ley del Deporte»:
«Hola Fede, como estás, pasa, bienvenido. Que gusto ver un periodista del boxeo de Concordia, a donde fui mucho con mi padre, y coseche muy lindas amistades. Me acuerdo de «El Pato» Rojas, de «Banana» Enrique, de «Nico» Albers, que llego a ser campeón, del dirigente Luis Fransoy… «El Negro» Bogado, que me enseñaba a boxear, y era un personaje muy carismático, la gente lo iba a ver ganar y otros perder, y me quedaba a escuchar sus historias después de las peleas».
«A «Tiriti» Osuna, que fue un fenómeno, gran boxeador y persona, y a un hermano suyo, de apellido Leite, que también boxeaba. Allá tenían una muy buena línea técnica, por suerte conocí a casi todos los nombres más característicos del boxeo de Concordia de aquella época».
«Yo me crie viendo boxeo, en el Club 1 de Mayo, mi papa era el presidente de la Comisión Municipal de Boxeo de Chajarí, organizaba los festivales, y era un apasionado por la actividad. Tenía el único reglamento en la ciudad, entonces les explicaba a los otros para que sepan que se podía hacer y qué no. Y uno fue viendo todo eso, mirando, escuchando, practicando el deporte, y conociendo gente y lugares».
«Mi padre era Contador Público, muy conocido, trabajaba mucho, tanto en su profesión como en la dirigencia, fue concejal por el radicalismo, en la época en que los concejales aun no cobraban. Un tipo muy querido y respetado en la comunidad, y uno intento cuidar y usufructuar esa herencia, que fue su apellido, y que me abrió muchas puertas».
«Mi viejo murió joven, a mi actual edad, de una infección. Mi mama murió a los 92, antes de la Pandemia. Tengo dos hermanas, la que te abrió la puerta es Contadora, y la mujer que te saludo recién, ya trabajaba en casa cuando yo nací, así que imaginate que es casi como mi hermana».
«En Chajarí hubo familias enteras de boxeadores, me acuerdo de los hermanos Aquino, de los hermanos Duarte, Cancio de Villa del Rosario, panadero de profesión, «El Zurdo» Benítez, que había sido sparring de Monzón, quién recalo en nuestra ciudad… se puso a entrenar, agarro forma, peleo unas cuantas veces más».
«Me mantuve practicando, viendo y leyendo boxeo, hasta que en el 2001 vi por televisión que se anunciaban cursos en la Federación Argentina. Yo ya estaba en Buenos Aires y me quise anotar para entrenador, pensé que tenía condiciones para trasmitir conocimientos técnicos, era solo una autopercepción… Pero en ese momento si quería ser Director Técnico tenía que haber sido boxeador y yo oficialmente no lo había sido. He practicado, y hasta he sido Campeón de la Facultad de Derecho de la UBA en la categoría hasta 91 kg , pero nunca de manera oficial».
«Así que Oscar Seleme, histórico dirigente y director de la Escuela de Boxeo de la FAB, me aconsejó seguir el curso de jurado y así fue que me metí de lleno en un terreno que conocía mucho por mi padre, como así también yo ya era un estudioso del reglamento, sin contar todas las peleas que había presenciado. De ahí a ser presidente, era algo que no me planteé, pero la vida me fue llevando hasta aquí”.
«En el medio fui jurado desde el 2008, y elevado a la política internacional pugilística por Aníbal Miramontes, recordado clasificador y “hombre fuerte” de la Federación Internacional de boxeo (FIB). Fui nombrado mejor juez de boxeo en el 2009 y 20010 en los Premios Firpo, elegido por el periodismo de boxeo. Que es un periodismo que se destaca, sobresale, con gente muy ilustrada, y de una prosa y un léxico notable».
«Los otros días estuve en la presentación del libro «Cien Años de Boxeo Argentino en 12 Combates Legendarios», y lo escuchaba a Irusta, a Morilla, y a Cherquis, por ejemplo, contando anécdotas y son realmente muy atrapantes, uno se queda «embobado» con todos los entretelones de aquellos históricos enfrentamientos».
«Desempeñé todos los cargos en la FAB. Estuve en el Tribunal de Disciplina e incluso fui hasta el vice de Osvaldo Bisbal, lo cual no es poco. “El Flaco” fue un buen dirigente, una de las personas más influyentes en el boxeo argentino. Bisbal hacía todo, todo pasaba por él, secundado por un grupo de históricos. Fue 24 años el presidente de la FAB, así que imaginate si sabía».
«Romio lo siguió, con una extensa trayectoria, también quería que pasara todo por él, pero no controlaba muchas cosas y además tampoco tenía mucho apoyo interno, no le respondía la gente. Yo soy de escuchar, de delegar y ese es mi método, es mi esencia y mi personalidad. Después sí, la decisión las tomo yo».
«Cuando fallece Romio, vuelve a conducir Bisbal, quien dijo que yo podría ser un buen candidato a sucederlo. Él no se explayaba mucho. Era parco. Hablábamos poco, pero un día, raro en él, poco antes de morir, me llamó por teléfono, me sorprendió, porque nunca llamaba a nadie. Es más, era desconfiado, a mí al principio me miraba de reojo, pese a que era su vice, y quería hablar conmigo, pero no pudimos vernos porque falleció».
«Uno de los que me terminó por convencer de que sea el presidente, fue Jorge Gorini, Juez de la Nación, quien me hizo ver que era el indicado, entonces preguntamos, indagamos en el interior, testeamos como «medía», y vimos que teníamos el respaldo de la dirigencia. Fui electo por unanimidad, había otros probables candidatos que me dijeron: «Luis, si vos te presentas nos bajamos».
«La gente del boxeo dirigencial me conocía, con más de veinte años trabajando en la Federación, camine siempre de la misma manera, escuchando a todos, y las respuestas reglamentarias siempre las tuvieron. Aparte, todos los fines de semana voy a los festivales de boxeo, en Capital, en el conurbano, y en el interior, donde hay mucha cultura pugilística, también».
“Inmediatamente me puse en contacto con el principal aliado con que cuenta la FAB, o sea con Torneos y Competencias, que tiene a su cargo la televisación de peleas en Boxeo de Primera. La idea es desarrollar una política a futuro, ganando mayor difusión y apoyo para el boxeo amateur, que es uno de mis grandes y más importantes objetivos”.
«Lo primero que hicimos fue poner los papeles en regla, que estaban atrasados, que nos permitiría recibir subsidios oficiales: municipales y nacionales. Luego, pagar deudas. Debíamos mucha plata. A fin de año tuvimos que «rascar la olla» para pagar los aguinaldos, ya que no tenemos mucho de donde sacar».
«Luego hicimos el techo del gimnasio, pusimos doce extractores de aire, porque ahí al fondo era una caldera en verano. Para bajar de peso venía bien, pero para estar era «insufrible». Allí se enseña boxeo recreativo y competitivo. Quedan maestros tradicionales como Alberto Andrada, Julio García, Carlos Martínez o Luis Ortiz, entre otros. El gimnasio está abierto a todos los técnicos y boxeadores, uno de los requisitos mayores es tener la licencia al día. No hay que olvidar que el boxeo es de alto riesgo”.
«Vivo en Flores con mi familia, y tengo mi estudio jurídico en la zona de tribunales, salgo a las 16 y me voy a la FAB, lo primero que hago, antes de subir, es darme una vuelta por el gimnasio y hablar con los DT a ver cómo está todo y qué necesitan. Y ellos fueron los que me dijeron de las necesidades. Faltan varias, pero eso era lo más urgente».
«El tradicional estadio de la Federación, ubicado en Castro Barros 75, en el corazón geográfico de Buenos Aires, barrio de Almagro, es otro gran objetivo. Es legendario, lo pintamos todo por dentro, y se va a cambiar también el techo por completo, y además estamos en tratativas para mejorar la iluminación junto con la Secretaria de Deportes».
“El hecho de sumar alumnos del boxeo recreativo y el aggiornamiento del estadio, involucra generar divisas que incluyen el alquiler del estadio, porque nuestro objetivo es invertir todo lo que se pueda en fomentar el boxeo amateur. No hay grandes profesionales si no se forman grandes amateurs. De hecho, estamos abocados a realizar un festival, viernes por medio, para ir proyectando nuevos valores, que serán transmitidos por Streaming”.
«Somos la única, quizás, Federación del mundo que tiene oficinas, estadio y gimnasio, todo junto, y en el corazón de la Capital. Lo que tenemos nosotros no existe en el mundo. No lo pueden creer cuando lo contamos. Han habido dirigentes con visión de futuro que fueron anexando los terrenos lindantes».
«Hay dos grandes lineamientos, uno es lo que podemos llamar boxeo olímpico, es decir, los boxeadores que entrenan y compiten para estar, justamente, en los entornos internacionales. Y otro el boxeo más cotidiano, por llamarlo así, de aquellos que piensan en el terreno profesional sin aspiraciones olímpicas, sino que quieren emular a sus ídolos campeones mundiales, por ejemplo. Todo ese rubro, en sus dos vertientes, está a cargo de Hernán Salvo, que fue muchísimos años la mano derecha de Osvaldo Bisbal y conoce muy bien el tema».
«Justamente una tarea es la de mirar mucho hacia el interior del país, para detectar talentos, como hacía en su momento el profesor Héctor Morales. Hoy recibimos informes de nuestros dirigentes. Y, tal vez como un hecho agregado, notamos con interés como se mueve Marcos “Chino” Maidana, estando presente en festivales del interior, marcando su presencia, que seguramente también atrae a futuros boxeadores”.
“Estamos muy atentos a organizar campeonatos nacionales, de donde surgen las figuras del futuro, apuntando también a competencias IBA. Hubo un trabajo muy bueno a cargo de Lautaro Moreno y todo su equipo en ese aspecto, de donde surgieron, entre otros, Mirco Cuello, Brian Arregui, «Bebu» Verón y otras figuras que ya se destacan en el profesionalismo».
«Moreno, junto a Mariano Carrera, Fabricio Nieva, Víctor Hugo Castro, Daniel González, El “Pocho” Arrieta, y desde hace tiempo Omar Narváez, están trabajando en la selección, que entrena en el Cenard, a los seleccionados se le consigue hospedaje, comida, vestimenta, se tramitan subsidios, todo para que estén de la mejor manera”.
«Hay otros temas, que incluyen, por ejemplo, una participación más activa del boxeo en los clubes de fútbol, como era antes, y que ya se han afiliado, por ejemplo River, Boca, Huracán, Racing… Esos son nuestros objetivos: fomentar mucho el boxeo, intensificar la unión de todos… Muchas de esas cosas se venían haciendo, sin dudas, pero ahora es nuestro tiempo y nuestra responsabilidad. El interés es en común: un boxeo argentino mejor, ni más ni menos…»
«El vicepresidente FAB es santafesino, vive allá, es Roberto Benítez, un hombre de mi total confianza, que además de su pasión y conocimientos del boxeo, ahora tiene mucho tiempo para dedicarle, porque está retirado».
“Roberto Rilo es el secretario, Ricardo Vivas el prosecretario, Jorge Molina el tesorero y Jesuán Letizia el protesorero. Además, también está Eva Gatica, la hija del recordado José María, en Relaciones Institucionales, una persona muy activa y positiva, igual que otros colaboradores como Roberto Bermejo o Ricardo Crudo, que lleva muchísimos años en la Secretaria de Deportes de la Nación y que colabora mucho con los subsidios”.
«En principio yo quiero cumplir mi ciclo. Si me va bien, después veré si sigo. Pero no tengo vocación de eternidad. Los presidentes anteriores se murieron en el cargo: José González, Romio y Bisbal. Yo no quiero eso. Mi idea es mejorar las cosas para que el próximo que venga encuentre todo mucho mejor de lo que lo encontré yo».
Fue un honor haberme sentado «mano a mano» con este entrerriano, educado, de buenos modales, conocedor de lo que hace, y muy respetado. Lo cual le permite tener una gran red de apoyo dirigencial y recibir la ayuda necesitada en el momento adecuado.
Tras cien kilómetros recorridos desde Concordia a Chaja, conocí un hombre cálido, humilde, que me genera confianza, y que tiene una muy buena relación con la gente. Tal es así, que a mí me dedico todo su tiempo y su atención, sin tener ninguna obligación. Por esto, el hombre de la historia de hoy, me ha causado una muy buena impresión.
FEDERICO MULLER