Diego «El Gurí» Ricagno logró con un ritmo impresionante, la clasificación al Mundial Sudáfrica 2018, el último domingo en las famosas playas del balneario de Punta del Este, Uruguay.
El Concordiense Diego Ricagno (35-39) metió 4:16:55 y así se garantizó una plaza en la máxima cita mundial, y acompañará a Mateo Orlandini, ya clasificado de ante mano en otra oportunidad.
Termino parejo, fuerte y 3° en su categoría y 12° en la general. Es, sin lugar a dudas, una marca impresionante para un atleta sumamente sacrificado, que entrena y mucho todos los días de su vida. Jamás le «hace asco» a ninguna condición adversa que se le pueda presentar.
Su hermano menor, Alejandro Ricagno (30-34), arribo 8° en su categoría, 28° en la general y con un tiempo de 4:22:18, no le alcanzo solo por «un pelo» para clasificarse para Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Pero estuvo en el tiempo soñado, solo que el nivel pareció ser muy alto.
Tercero, y con «alto tiempo», vio la meta Marcelo Conelli (50-54), quien concluyó con 4:43:42. Otro que mete un tiempo más «común» para otra categoría que para uno de 50 a 54 años.
Mas tarde, Alejandro Sambad (55-59), quien sigue más vigente que nunca, y llegó a las 5:00:23, 4° de 32 en su categoría. ¿Sambad duerme en formol? ¿Tiene más de 55 realmente?
Atrás y 5°con un gran esfuerzo, terminó Luis Mosna 5:11:07. Así iban «cayendo los gurises Concordienses», uno a uno a la ansiada meta!
Federico Albe (25-29) fue el sexto de los triatletas de Concordia, «clavo» 5:21:48 y se quedó con el puesto 27° en su muy competitiva categoría.
Más tarde terminó Fabián Tavella (40-44) con un total de 5:26:29.
Luego un amigo de la casa, Marcelo Márquez (40-44) quien culmino con una marca de 5:48:16.
Tras Marcelo, llegó el legendario e interminable Ernesto «El Negro» Passini a las 6:29:09, de haber arrancado esta mega fiesta del Triatlón de Punta del Este.
¿Quién ganó? El que llegó… ganó, porque detrás de un Ironman 70.3, hay miles de horas de entrenamientos, problemas, dietas, descansos, lesiones, y todo tipo de sacrificios.
Solo posibles por el motor de la pasión, y el estimulo del desafío a uno mismo. Conocer tus limites y si es posible, correrlos un poco más allá!
Es un desafío al cuerpo, a la cabeza, al espíritu, y al amor propio de uno con uno y a la vida misma.
LA LEY DE INFORMACIÓN