El tresarroyense Gustavo Lemos ha vuelto a producir grandes noticias para el boxeo argentino. Cuando su carrera parecía esfumarse en el olvido, en menos de un mes regresó al ruedo, logrando dos objetivos ansiados después de algunos conflictos, profesionales y personales, dando vida a una frase popular que declama este oficio: “El boxeo, como la vida, ofrece revancha, todos los días, a la vuelta de la esquina”.
A los 27 años, en diciembre de 2023, reapareció en el Luna Park tras 21 meses de inactividad ganándole por KO en 35 segundos a Javier Clavero y cuando pocos lo imaginaban, fue escogido para una eliminatoria mundialista (FIB) en su nuevo peso, welter junior (63,500 kg), tras mucho tiempo de anonimato. Potenció su carrera con 29 victorias consecutivas y 19 KO. ¿Qué pasó con Lemos que convivió con la euforia y el olvido casi al mismo tiempo?
Tras vapulear al veterano Lee Selby, excampeón mundial galés, el 26 de marzo de 2022, con un gran desempeño internacional en categoría liviano (61,200 kg) se aproximó a una pelea mundialista (FIB) que nunca se concretó. Siempre fueron sospechosos sus pesajes en esa división, que debió abandonar por el palpable crecimiento de un físico semejante al de un peso welter (66,678 kg), con mucha masa muscular.
Se supo poco de su vida: carencias, familia numerosa, poca escuela, mucho trabajo en ámbitos de la construcción y una eyección supersónica a través del boxeo. Sin embargo, aquellos rumores oscuros que circulaban por los gimnasios estallaron el 3 de julio de 2022 en la tapa del diario La Voz del Pueblo de Tres Arroyos, ajeno –esta vez– a los períodos gloriosos que promocionaban a Santos y Miguel Lazarte, Carlos Betbeder o Juan Zuñiga, en veladas épicas del Centro Estrada. El título del periódico sentenció: “Aprehendieron a Lemos por un hecho de violencia y resistencia a la autoridad en las calles de la ciudad”. A partir de allí, su carrera entró en un cono de sombras que afortunadamente, en los últimos meses, encontró la luz.
El desembarco en Las Vegas
La Federación Internacional de Boxeo (FIB) lo clasificó en su ranking welter junior en diciembre de 2023 y aprobó su combate eliminatorio ante el invicto estadounidense Richardson Hitchins, ganador de sus 17 peleas profesionales, con 7 KO, el 6 de abril próximo en Las Vegas.
Hitchins, hijo de haitianos, representó a ese país en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, aunque sin éxito. Es 11 centímetros más alto que Lemos. Boxea bien en distancia. No tiene pegada ni solidez física y eso es una ventaja para un pugilista ofensivo y fuerte como el argentino, sin técnica, pero de una dureza llamativa. Hitchins, de una marcada mayor experiencia amateur, solo opone dos victorias meritorias: ante el dominicano Argenis Mendez y frente al californiano José Zepeda. Es una pelea interesante para ambos. Equilibrada en el análisis previo.
Lemos es el foco de todo esto. Deberá entender y concientizar la valía de las oportunidades recuperadas. Esforzarse más que nunca e invertir en una preparación adecuada será la misión común; tanto él como su equipo deberán exponer un profesionalismo supremo con vistas a un futuro cotejo con el puertorriqueño Subriel Matías, campeón mundial. Para ello, deberá ganar.
Cuando todos los diagnósticos de rearmado de su carrera reclamaban un clásico popular y nacional con Jeremías Ponce –perdedor de Matías en 2023–, ahora logra una clara y neta superación. Va por su primer gran premio en dólares, por su primer gran combate riesgoso, por ser “Argentina ante el mundo”. Debe comprender lo que ello significa y lo que recuperó cuando su campaña parecía terminada. Está en carrera y tiene lo necesario para dejar a Hitchins en el camino. Después se verá…
