El viernes 3 de agosto apareció el jugador de fútbol Jose Orlando Berta a la Ley del deporte. Impresionante la presencia de este «gringo de campo», con sus hermosos zapatos negros que hace rato que sustituyeron a las alpargatas «bigotudas» de su Monte Caseros natal. Berta salió adelante en la vida. Y re contra lejos…
Jose «El Gringo» Berta tiene en su haber mas de 500 partidos en primera. Jugó en Ñuls, Boca, Racing, Talleres y Gimnasia y Esgrima de La Plata. Eso sería su paso por el fútbol grande de la Argentina. Pero ya había debutado con 15 años en la primera del club Florida de Monte Caseros. Y hace como 25 años que es el «molino de viento» de todos los equipos donde juega en el club Profesionales Universitarios de Concordia. Todos han funcionados y se han movido al ritmo de sus «gritos de guerra», de su aliento, y de su inconfundible andar acertado y prepotente con la pelota en los pies.
Arrancaba a «hamacar» el cuerpo, amagando un recorrido y encaraba por el otro lado, desparramando para todos lados a sus rivales de turno. Hasta hoy en Los Rojos sigue haciendo «siempre la misma». Esto dejo el gran jugador de fútbol Jose Orlando «El Cacique de Caseros» Berta en La Ley del Deporte:
«Yo nací en Monte Caseros, Corrientes. Mi padre era «changarín» y murió cuando yo tenia 2 años. Éramos 10 hermanos en casa, ahora quedamos 4. Yo era el menor de todos, así que nos criamos allá con mamá y con la gran colaboración de mis hermanos mayores. Ellos trabajaban y no dejaban que nos falte comida. Comíamos bien, al menos una vez por dia. Fueron como padres, no es cierto… Y bueno… así fue, más o menos, como eran las cosas en casa…»
«Nosotros estábamos a tres cuadras del club Florida. Así fue que un dia debuto en primera. El presidente del club, don Benito Scuarzon, me consiguió trabajo y a veces entrenaba con el plantel, y cuando no podía ir a practicar corría de noche. Debute en primera a los quince, al otro año jugué en la selección mayor de Caseros».
«Así fue que un día un sargento de apellido Gauna me llevó a Rosario y me fui a probar a Ñuls. Me alojo otro militar amigo de este Gauna, el señor Lucero. Me probaron 15 minutos y me sacaron. Yo tenia confianza de que «quedaba», que ya no necesitaban verme mas. Siempre fui una persona muy positiva, no es cierto. Y quede. Me fui a vivir a la pensión del club. Me acuerdo que fui y reclamé que había ciertos desperfectos en la alimentación. Faltaban frutas, verduras y enseguida nos mejoraron las condiciones. Luego estábamos muy felices del trato que nos dieron. Nos mejoraron todo (se ríe Berta)».
«Debute en la primera de Ñuls a los seis meses con Menotti como técnico. Y de ahí en más fui el 5 y el capitán durante ocho años. Salimos campeones en cancha de Central con aquel gol de Sanabria (hay una legendaria bandera que reza: «Marito, bendita sea tu zurda» en el Parque Independencia). Mario era el distinto, también estaba «Cucurucho» Santamaria, que en paz descanse, «El Mono» Oberti definía como los dioses, gran clase para terminar las jugadas, Rocha… Un equipazo. Nuestro técnico era Juan Carlos Montes. Me veo con muchos de los viejos muchachos…»
«Cuando paso a Boca, Sanabria me manda a hablar con Guillermo Coppola. Le dice a Guille que iba a venir un correntino que con el no iba a tener problemas, que tenga toda la confianza en mi, es Jose Berta, el de Ñuls. Nos hicimos muy amigos, somos todavía. Me dio bronca y me entristecía lo que hicieron con él, en el famoso «caso Coppola». Después la justicia fallo a favor de Guillermo, era todo invento y puras mentiras. Y en la justicia tenemos que creer, ¿no es cierto? Ellos investigaron…No vas a encontrar ningún jugador que te hable mal de él. El único que conocí fue Diego, y luego se retractó.»
«Jugar en Boca es hermoso, maravilloso. La Bombonera vibra realmente. Jugar en Boca como en cualquier equipo grande no es para cualquiera. Hay que tener una gran personalidad. Depende de cada jugador. Vos das mal un pase y 40.000 tipos gritan: «uuuu». Tenes que tener carácter, lo tenes que llevar adentro. En un grande vas perdiendo 3-0 y tenes que atacar, gustar… Hay que vender. Dar espectáculo. Tenes que salir a «hacer de Boca».
«Yo conocí «millones» de jugadores que tenían grandes actuaciones en los entrenamientos y en los partidos no rendían. No podías creer que en la reserva eran figuras y en primera no. Yo hasta he visto jugadores que se volvieron del túnel. Se descomponían. He visto de todo, si… Yo jugué todos los clásicos: Newells-Central, Boca-River, Racing-Independiente, Gimnasia-Estudiantes y Talleres-Belgrano. Hay que tener «templanza».
«Yo con Diego (Armando Maradona) siempre tuvo una buena relación. Un dia él jugando para Boca y yo en Racing me dijo: «Gringo, hoy tranquilo nomás. Marcame despacio por favor». Yo le contesto: «Esta todo bien, Diego. Caños, sombreros si, pero burlas eso conmigo no…eh» Listo, termino el partido y me pidió la camiseta. Agarre y por supuesto que se la di. Le dije: «Como no Diego es toda tuya». Y él me contesta: «¿Y vos? No me vas a pedir la camiseta a mi?», jaja. «Bueno como no», le dije. Y se la di con muchísimo gusto. Yo nunca era de pedir camisetas…»
«Barras bravas hubo siempre y andan por los clubes. Una vez en cancha de Temperley perdimos 5-1, relataba Muñoz (relator y periodista deportivo Jose María Muñoz). Y Muñoz me pregunta que me parecía la actitud de la hinchada de Boca que se fue antes de que termine el partido. Yo contesté que me parecía bárbaro que se vayan. Si no le gusta el espectáculo tienen el derecho de hacer lo que quieran. Es como cuando vas al cine o al teatro, agarras y te retiras ¿no es cierto? Bueno la cuestión que «La 12» pidió una reunión en «Casa Amarilla». «El Abuelo» (legendario jefe de la barra de Boca Jose Barrita) me dijo que yo dije esto y aquello y que me tenia que rectificar porque sino esto y aquello. Le dije que nunca me iba a rectificar y que él no me hacia nada solo. Se hacia el guapo porque manejaba la barra y andaba con todos los otros. Y que yo no jugaba por el grito de la hinchada, a mi no me modificaba en absoluto si no coreaban más mi nombre o si me decían de todo. A mi la hinchada me gritaba: «Berta, Berta, Berta, huevo, huevo, huevo». Desde ese día dejaron de alentarme un tiempo y luego volvieron a corear mi nombre».
«A un chico que quiera jugar en primera le diría que estudie mientras juega al fútbol. Nadie le va a garantizar que llegue. Por estadística llegan 3 de 1000. A menos que vos seas Maradona o Messi, y te digan que lo sos. Hay que estudiar. Nosotros los jugadores vivimos en una burbuja, del entrenamiento al hotel, colectivo, restaurante. No hacemos cola ni en el banco, no vamos a la farmacia, nos lavan la ropa. Cuando se termina la carrera nos damos cuenta que no estamos maduros para afrontar la vida. Estudiar te da herramientas y cierta tranquilidad».
Berta es una de las pocas estrellas del deporte que viven en Concordia y yo, como mi compañero Lisandro «El Pelusa» Araya, agradecemos su visita y su tiempo con nosotros. Gracias «gringo» querido por la chance de disfrutarte con nosotros. Agarro el micrófono y entro a sacar historias «del bolsillo» todo el programa. Este tipo compitió en el nivel más alto del futbol y por muchos años. Por talento, condiciones físicas, mentalidad positiva, ética de trabajo, durabilidad, y una pasión por el deporte «inmune» al paso del tiempo: Sos una de las historias de oro que conservo siempre en el corazon.
Fede (Como siempre me decís vos)
LA LEY DEL DEPORTE (JUEVES 20 HS MATRIX 94.9)