Mateo Orlandini es quizá quien más nos ha representado en el exterior, donde hace décadas consigue medallas, compite contra sí mismo, y busca su mejor marca posible. En este caso a la tremendamente histórica y salvaje Eslovaquia. Va a conocer un lugar lleno de senderos, con más de cien castillos medievales e imborrables, y miles y miles de cuevas. Entre otras cosas. Eslovaquia es un paraíso «mal».
Ya pasó el tiempo de pelearle a los números uno, pero no fue a ningún Iron Man a pasear y/o a abandonar, además de disfrutar de la estadía. Entonces es lógico que esté entre los más reconocidos deportistas de Concordia. No conozco muchos tipos de 53 pirulos que anden en 4 horas y media, más o menos, en un Half.
Y ahora está ante otro gran desafío, el que se ganó en Florianópolis el año pasado, habiendo clasificado para la cita de Eslovaquia, se trata de un Challenge Family, un Medio Iron Man de 1900 metros de Natación, 90 kilómetros de Ciclismo y 21 kilómetros de Pedestrismo. Será este domingo 19 de mayo. No queda nada. Bienvenido Mateo Orlandini a «La Ley del Deporte»:
«Hola Fede, como andas. Estoy bien, listo, me siento fuerte para un nuevo desafío, que es ir a Samorín, un destino desconocido para mí. La bici va bien, en el agua con el «Agus» mejore bastante… Y a pie también me siento bien, hice buenos entrenamientos, me siento con confianza».
«Es la segunda vez que voy al viejo continente. Este es el Mundial Challenge Family, que es la otra franquicia, dentro del Mundial. Esperando el momento de partir y con muchas expectativas».
«El Mundial de esa franquicia todos los años se hace en ese lugar. De hecho, hace cuatro años he estado hablando con un chico de Buenos Aires, Alejandro Tufaro, que había participado y me dijo que era muy linda. Empecé a buscar la posibilidad de ir y para eso logré la plaza en Florianópolis el año pasado y ahora vamos a ir a ese lugar que supuestamente es maravilloso, a entregar todo lo que tenemos para esta carrera».
“Salimos el domingo 12 de mayo para Uruguay, luego Viena, y después Eslovaquia. Para entrenar allá todo más complicado, porque no conoces los lugares. Tenés que instalarte bien, armar la bici, probarla, trotar un poco, ir un poco al lugar de la carrera donde se nada a probar el agua y alistarse para el día de la carrera”.
«Respecto al lugar, la página te da todo lo que es altimetrías, ya sea en la parte de a pie o de ciclismo. Aparte uno, va buscando en YouTube las carreras de años anteriores y entonces ves los detalles que a uno le pueden llegar a servir, si hay viento o no, si hay alguna subida importante, para ver la modificación de la bicicleta. Ir viendo la multiplicación adecuada de los cambios. Son todas pequeñas cosas que hacen a que uno después tenga un buen rendimiento, o no”.
“Ellos están en primavera ahora, pero en mayo tienen una media máxima de 15 grados, por lo que es fresco, aunque agradable para correr. Y si ese clima se presta bien, estará ideal para hacer triatlón. Ahora, si se pone un poco lluvioso, ventoso, la temperatura en esos lugares baja más. Pero vamos preparados, llevamos toda la indumentaria para afrontar lo que venga, por lo que voy muy dispuesto y esperanzado de que salga buena carrera”.
«En estas carreras uno siempre va a buscar la medalla y después, si todo sale bien, voy a meter todo lo que tenga, como siempre. Claro que lo hago sabiendo que el deporte es una parte de mi vida y no mi vida entera. Uno no es solo eso, insisto, solo una parte. Tengo muchas otras responsabilidades también, siempre. Igualmente, voy con las mejores expectativas de estar lo más adelante posible. Veremos a la vuelta con qué resultado vengo».
«Tengo la suerte de que voy al Mundial y me acompaña Claudio «El Cordobés» Acuña, que es alumno mío desde que empezó a hacer triatlón hace cuatro años. Y él va a correr el Medio Iron Man de Austria a la semana siguiente, y la idea está en que, depende de cómo termine en Eslovaquia, ver si me enchufo para ir a dar la vuelta en Austria, ya que no sé si algún día voy a volver a ese lugar. Pero es una incógnita todavía eso, y si me da el cuerpo, y veo que termino bien en una de esas, me anoto y acompaño a mi alumno en el circuito».
«El espíritu siempre arriba. Uno va a hacer lo que le gusta. Esta vez me tocó ese lugar y uno va a disfrutarlo, a dar lo mejor y que salga lo que salga. Siempre con la frente en alto, no debiéndole nada a nadie. Gracias a Dios seguimos en competencia, sanos y con ganas de seguir haciendo triatlón, que ya llevo un tiempo practicándolo… son como treinta años».
Por estar a ese nivel, año tras años, con todas (como casi todos) las obligaciones y complicaciones de la diaria: trabajo, entrenamiento, comida, suplemento, descanso, gimnasio, pileta, mecánico, familia, amigos, mujer, hijos… Yo lo valorizo, admiro, y felicito.
FUENTE: EL HERALDO
LA LEY DEL DEPORTE