Puerto Yeruá, 18 de agosto de 2023
«Hola Federico. Buen día, con lluvia y todo. Aprovecho hoy, que tengo más libre la mañana, para agradecerte lo hecho en nuestra Escuela. Te cuento que al cierre de tu exposición nosotros seguimos trabajando y, en las 3 ocasiones en que vinieron, en el taller que hicimos a continuación, surgieron reflexiones, posicionamientos, alumnos que se animaron a cuestionarse, historias personales para revisar, propuestas, observaciones, preguntas acerca de cómo resolver situaciones o vínculos que nos ponen “en riesgo”, etc».
«Es claro, al menos para mí, que lo que podamos hacer desde la prevención en el ámbito escolar, no borra ni evita el sufrimiento, los malos ejemplos, la realidad que muchos viven, la influencia de los medios y la cultura, el peso de este enorme aparato que seduce e invita a las conductas adictivas o insanas; pero al menos pueden ver que sí hay gente que juega en el otro equipo, que hace fuerza en la dirección opuesta al abandono, la mentira y el utilitarismo, gente que no usa a los demás como mercadería de consumo, gente a la que sí le importa, y que suma para bien. Gracias por eso. Es bueno no sentirse tan sola en este tipo de batallas».
«Los «cucos» de la indiferencia siempre andan rondando, y los chicos son tan vulnerables a ellos que, la mayoría de las veces, se hace difícil disputar terreno en los corazones abatidos, más aún en estos tiempos de tanta indiferencia, individualismo y desesperanza».
«En lo personal, no dejo de pensar, como «obrera de la educación emocional» (considero que ese es mi trabajo), en lo costoso (y a la vez, terapéutico) que debe ser repetir una y otra vez tu historia de vida. Ponerla sobre la mesa y volverla a revisar en cada encuentro. Estar ahí, exponiéndote ante decenas de alumnos, cada día, debe ser un ejercicio que requiere mucha fortaleza y convicción, imagino. Como un bucle de autoobservación».
«Gracias por eso, también. Por asumir ese rol educativo, desde la humildad y en primera persona. Y por permitirnos estar presentes, y aprender de tu experiencia. Algo así me pasa cuando me consultan, cuando escucho y me comparten tantas historias de vida diferentes. Y entiendo que, de una u otra manera, siempre hay algo con lo cual identificarse».
«Y pienso que es eso, al final de cuentas, lo que nos vuelve “semejantes a y con” los demás. Que todos hemos atravesado diferentes infiernos, que nos hemos sentido solos, incomprendidos, abandonados, que nos han roto el corazón de mil maneras, nos han traicionado, hemos estado furiosos, hemos tenido terribles pensamientos, hemos dudado de nuestro valor, hemos tenido miedo, hemos descreído del amor, y mil etcéteras más».
«A mí me ha salvado la música y la poesía, el arte en general. Y la inmensa vertiente de amor que para mí significa ser madre y representan mis hijos. Ese amor me ha salvado la vida. No sé cuál haya sido tu tabla de salvación, eso a lo que nos aferramos en algún momento, para que la tormenta no acabe con nosotros, pero me alegro de que la hayas encontrado. Y me alegro doblemente si supiste encontrar el modo de que tu tormenta sirva para que otros no entren en ella».
«¡En fin… te iba a escribir un mensaje y acabé escribiendo un prólogo! ¡Me despido, te agradezco nuevamente, reitero mi disposición a colaborar con tu tarea, y espero nos volvamos a ver en alguna esquina de esta compleja, indispensable y hermosa tarea que es la prevención en salud!»
Un abrazo.
Vale Dujovny
54 345 6264421
Psicóloga Social. Counselor
Escuela Secundaria N.º 21. “Aurora del Yeruá”
Puerto Yeruá
CHARLAS SOBRE CONSUMOS Y CONDUCTAS PROBLEMÁTICAS
