Alrededor de las 10:30 de la mañana, los obreros de la construcción (mas conocidos como los “gurises de la contru”) ya empiezan a planear la pausa, el descanso sagrado, y la charla alegre y necesaria como para “relajar” la jornada. Un poco de futbol, la pelea del sábado, la familia que esta así o asa, la casa de material que cada uno se esta construyendo (su primer obra independiente), y como esta de bravo el viejo y heroico barrio… (cosas así). Cosas y casos que hacen bien. Risas que desestresan.
Siempre hay uno que arranca el fuego improvisado con algunos trozos de madera de cajón, que siempre andan dando vuelta. Y ya el clima es otro, llega el pan casero, la gaseosa popular, alguno arranca un “armado”, le da fuego a otro, y de a uno se van acercando al fogón. Con la satisfacción de haber trabajado “lindo” la mañana y de saber que lo mejor esta a punto de venir. Se busca el enrejado de alambres torcidos de la obra y se tira lo que haya para el almuerzo. Casi siempre esta la tira de asado, la salmuera en una botella y el pan de campo. Dedicado al Restaurante Al Forno del Uruguay, y a aquellos improvisados y alegres cocineros que se hicieron albañiles. Y que lograron construir aquel comedorcito chico, pero inolvidable…
INGREDIENTES PARA EL ADOBO:
4 hojas de laurel, 1/2 taza de aceite de girasol, 1 cabeza de ajo separada en dientes, pelados y aplastados, 1 ch de ají molido, 1 ch de pimentón, 1 ch de pimienta negra en granos, 1 ch de sal gruesa, 1 puñado de orégano seco, 1 botella de vidrio de 1 litro y 1 corcho cortado en la punta para poder rociar el animal.
PROCEDIMIENTO PARA EL ADOBO:
Mezclar todos los ingredientes en un bol o perol con un batidor de alambre y meterlo, con la ayuda de un embudo dentro de una botella de vidrio vieja y disfrutada. Con la ayuda de tu mano métele los dientes y los laureles que seguro se quedaron afuera. Tapa con el corcho y agita bien antes de usar. ¡Podes guardarlo en la heladera para unos cuantos asados mas!
INGREDIENTES PARA EL ASADO:
3 kg de tira de asado cortada de 2 cm y 1 botella del adobo para carnes.
PROCEDIMIENTO:
La tira no tiene que estar cortada ni muy fina ni muy gruesa (en mi opinión), y cocinarse lentamente. Y no debe quedar muy jugosa ni re contra re mil cocida. La cocción es “a punto”. Se tiene que cocinar con un fuego bastante suave y terminar casi quemándola por fuera. Tenemos que lograr el dorado deseado y hasta permitirnos ver algunas puntitas quemadas. Dale fuego hasta que se empiece a desprender la carne del hueso. Es ahí cuando ya podes anunciarle a los muchachos que están listo para “la orgia de placer”. Hay que ir condimentando de tanto en tanto con nuestro adobo.
Las mejores costillas son las del medio del animal. Ahí se aloja la mejor mezcla de carne y grasa que le dan excelente sabor al bocado. Si los muchachos de la obra están de festejos se puede encargar un costillar entero, que se asara muy lentamente por 4 horas. Logrando que se desarme y quede muy tierno y sumamente sabroso. Hasta hacerte perder la conciencia.
Cuando hay “joda”, el que debería pagar es el capataz, el dueño de la obra o el hombre de la empresa constructora. Porque “los gurises de la contru andan corto de monedas”. Cuentas las “chapas para el bondi”. O de última, y quien es la que nunca paga, es la señorita Arquitecta, que lo único que ofrece es una imagen hermosa, aristocrática y casi inaccesible. Al menos para la querida, noble, e histórica clase obrera argentina…
LA LEY GASTRONOMICA (Radio Activa Continental 98.9, www.activaconcordia.com).