La Ley del Deporte

¡A CASI 30 AÑOS DE UNA CARRERA INOLVIDABLE! GALINDEZ-CLIVIO : ¡NO HUBO NI HABRÁ NADA IGUAL! POR FERNANDO «EL FLACO» BAEZ

Enero de 1995. 11 a edición del Triatlón de La Paz. La prueba resurgía de las cenizas después del terrible accidente del chileno Bustos en la edición anterior. Y 1995 era la oportunidad de mostrar y demostrar que aquello había sido solo un lamentable y trágico accidente.
Por eso había mucho nervio, ansiedad, expectativa e incógnita por saber que sería del Tría de La Paz para el futuro. De esa edición 95 dependía … Y LA FIESTA VOLVIÓ A SER TAN O MÁS GRANDE QUE NUNCA.
Con más de 400 triatletas presentes (nuevo récord para esos años), los mejores del país en la línea de largada (Galindez, Garrigo, Fontana, Clivio, Lemir, entre otros), y todo un pueblo en las calles se dio inicio el sábado a la por entonces única competencia (recordar que hasta 1997 no hubo carrera de infantiles el viernes previo, y hasta 2004 no hubo carera de Elite el domingo).
Y desde él vamos, dos triatletas, gigantes ellos, se presentaron ante el resto como los que se llevarían todas las miradas y serían los grandes protagonistas del espectáculo.
Y vaya espectáculo que dieron: OSCAR GALINDEZ y VICTOR HUGO CLIVIO – de ellos se trata – salieron del agua al finalizar la Natación … Juntos …
Y juntos se fueron a buscar los 40 infernales kilómetros de ciclismo … ¡Los cuales recorrieron… juntos! Sin sacarse nunca más de una decena de metros … Juntos se bajaron en la transición, y juntos se fueron al pedestrismo ante el delirio de las, 20000 personas presentes en el Puerto (recordar que por ese entonces el gran epicentro era el Puerto, todavía los barrios – excepto el Congo – no tenían «vida propia») …
Esos 10 kilómetros – para quienes pudieron verlo – fueron una de las páginas más memorables que se haya escrito en el Triatlón de La Paz entre dos grandes, tremendos triatletas … Durante los 10.000 metros marcharon a la par, casi de la mano, ninguno se animaba a dar el «zarpazo» o» pegar el palo» (como se dice en la jerga) … Así llegaron a la Estación Belgrano con el puerto a la vista … Solo 300 metros … Y seguían juntos!!!!
¡Uno al lado del otro! No había ni medio paso de diferencia. La gente sobre calle Belgrano – viendo esta tremenda demostración de jerarquía, potencia y fortaleza y previendo un final apoteótico y nunca visto en La Paz – comenzó a aplaudir, gritar, vivar, alentar, revolear remeras al cielo, y… especialmente emocionarse y dejar caer más de una lágrima. Lo que estaban viendo bien valía la pena.
Y así ingresaron en los últimos 50 metros… Juntos, muy juntos, a la par … Curva a la izquierda para tomar Vieites y los últimos metros antes de la rampa de llegada … Y hasta la base de la rampa llegaron juntos!!! … Y en el último paso, al cruzar la línea de llegada, la tremenda jerarquía de Oscar Galindez sacó un paso más largo y cruzó la meta ante que el entrerriano con solo … ¡UN PASO DE DIFERENCIA!!
El Puerto todo y las 20.000 personas presentes no podían creer lo que habían visto y vivido. Y coronaron ese momento (que recrea la foto que ilustra este relato) con una de las ovaciones más grandes que se haya escuchado en el templo del Triatlón Internacional como lo es el Puerto.
En ese mismo año (en marzo Óscar ganaría la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata y en noviembre se consagraría en Cancún como “Campeón mundial de Duatlón». Estos titanes regalaron a su gente un duelo notable y con un final increíble.
Se cumplen este fin de semana exactamente 29 años de esa carrera. Creo que bien valía la pena recordarlo … Por Oscar, por Víctor, por el Triatlón de La Paz, por el deporte del triatlón y por los miles de paceños que ese día dieron marco a una de las llegadas más emotivas y cerradas de las que se tenga memoria.
POR FERNANDO «EL FLACO» BÁEZ (abogado, periodista, y principal dirigente del triatlón de La Paz y nacional)

Comentarios

Scroll al inicio