La Ley del Deporte

FEDERICO "EL LOBO" MULLER

¿QUIÉN ES OMAR «EL HURACÁN» NARVAEZ? POR «LA LEY DEL DEPORTE»

El boxeador argentino Omar Andrés Narváez nació en Trelew, un 7 de octubre de 1975, en el noreste de la Patagonia, lejos de las luces y el bullicio de una metrópolis como Buenos Aires. Y fue un campeón mundial de peso mosca y peso supermosca durante mucho tiempo, más de una década, desde principios del 2000 hasta mediados de la década del 2010.

Al crecer en la ciudad de Trelew, no tenía peligros. Tuvo una crianza en un barrio humilde pero muy agradable. El cariño de sus padres siempre estuvo presente. Tuvo la suerte de que nunca le faltara un plato de comida. Narváez, quien solamente llegó hasta el tercer año de secundaria, no siguió ni mostró interés en el boxeo en sus primeros años, pero eso cambió cuando alcanzó sus años de adolescencia.

Se interesó porque tenía un hermano mayor que boxeaba y fue a ver uno de sus entrenamientos, pero su sueño era ser futbolista. Siempre jugo al fútbol y cuando probo el boxeo a los 17, por primera vez, lo apasiono. Por eso, cambio su deporte por completo, y ahí comenzó su sueño y meta de ser un boxeador y campeón mundial.

“El Huracán” llamó la atención de los «cazatalentos» locales, y a pesar de tener apenas 13 peleas amateurs, se mudó a Buenos Aires para estar en la selección nacional a los 20. Solamente un año y medio después de debutar, se le abrieron las puertas a la selección nacional. No desaprovecho la oportunidad y logro ser el N.º 1 de su categoría y el capitán.

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Llegó a ganar cuatro títulos nacionales, ganó el oro en los Juegos Sudamericanos de 1998 y en los Juegos Panamericanos de 1999. En el escenario más grande, Narváez representó a su país en los Juegos Olímpicos de 1996 y 2000, perdiendo en la segunda ronda en cada ocasión. Sin embargo, tuvo mucho más éxito en los Campeonatos del Mundo de 1997 y 1999, ganando el bronce y la plata respectivamente, donde perdió por puntos en la final, en una pelea muy reñida, ante Bulat Jumadilov en Houston, Texas. Pero fue muy importante haber logrado esa medalla porque eso lo puso en una muy buena posición en el boxeo amateur.

Narváez decidió convertirse en profesional, después de tener una marca de 78-25 en las filas no remuneradas y se alineó con el promotor Osvaldo Rivero para hacer su debut en diciembre del 2000. Debido a su sólida base amateur, el patagónico se movió rápidamente y después de 18 meses su equipo trajo al campeón de peso mosca de la OMB, Adonis Rivas, a la Argentina. Sorprendió la oportunidad, pero ya estaba preparado porque toda su vida había soñado y trabajado para ese momento. Vencer a Adonis Rivas, por amplia decisión unánime, y reabrir el Luna Park en el 2002, fue una experiencia muy linda y ahí comenzó su reinado como campeón mundial.

El diminuto zurdo reinaría durante un récord de división de 7 años y 10 meses, realizando 16 defensas, algunas de ellas como visitante en Italia, Francia y España. No paraba de tirar, pegaba con las dos, lanzaba y conectaba en bloques de seis o siete golpes seguidos, buena defensa, y gran coordinación de cuerpo y mente. Su estado físico era «tope de gama».

Nonito Donaire de Filipinas conecta con una izquierda a Omar Narváez de Argentina en la pelea por el título mundial de peso gallo del CMB y la OMB en el Madison Square Garden el 22 de octubre de 2011 en la ciudad de Nueva York.

Supero a «jugadores» como Alexander Makhmutov, Brahim Asloum  y Alejandro Hernández. Uno se preguntaba porque ganaba en pesos defendiendo su corona mayormente en argentina y no ir al extranjero a hacerlo, donde se gana en dólares o euros. Y él podía hacerlo…

Omar Narváez dejó vacante su título a un paso de igualar el récord de defensa de peso mosca de Pongsaklek Wonjongkam. Y se enfrentó a Everth Briceño, a quien ya había vencido como amateur y repitió dominando al nicaragüense para ganar el título vacante de los supermoscas de la OMB por decisión unánime en 12 asaltos, en mayo de 2010. Ya había dominado y era un referente del boxeo argentino de esa década. Una figura ineludible cuando hablas de boxeo de esos tiempos. Pero iba a seguir.

Durante los siguientes cuatro años y medio, realizó 11 defensas exitosas. En ese período, subió sin éxito al peso gallo y peleó contra el campeón del CMB/OMB Nonito Donaire en el Madison Square Garden, Nueva York, en octubre de 2011. Resultó ser un puente demasiado lejos. Nonito le gano bien, pero sin brillar. Sumo puntos y se mantuvo muy bien fuera de todo peligro.

En 115 libras, superó, entre otros, al respetado César Seda y dos veces al duro mexicano Felipe Orucuta. A Narváez se le ofreció la oportunidad de ir a Japón y enfrentarse a la floreciente estrella Naoya Inoue en diciembre del 2014. Resultó ser una fiesta de presentación para Inoue. Narváez fue sorprendentemente detenido por única vez en su carrera, en dos rápidos rounds. En ese momento no se creía que Naoya Inoue iba a ser el mejor boxeador del mundo, libra por libra porque era muy joven. Pero tenía un gran potencial y mucha potencia en sus golpes. Hoy al momento de esta nota, en junio del 2024, es el mejor boxeador libra por libra del mundo.

Sin embargo, Narváez no había terminado. Ganó cinco peleas más antes de enfrentarse al campeón de las 118 libras de la OMB, Zolani Tete, en Belfast, Irlanda del Norte, en abril de 2018. De manera similar a cómo no pudo crear ninguna apertura contra Donaire, nuevamente se quedó corto contra un oponente mucho más grande, perdiendo una decisión sin chances en 12 asaltos.

Narváez boxeó dos veces más y se retiró después de perder ante un oficial en el 2019. A la edad de 44 años, se retiró sin nada más que demostrar con un récord de 49-4-2, 25 nocauts. Participó en 32 peleas por el título mundial, solamente detrás de Julio César Chávez y Bernard Hopkins, y cuenta con un impresionante 28-3-1 (13 KO) en peleas por el título mundial.

Uno de los últimos grandes de todos los tiempos de los nuestros. Narváez es uno de los mejores boxeadores argentinos de la historia. Pleno y simple. Llenaba el Luna como en los viejos tiempos. Y la tele siempre lo pasaba, con los relatos de Osvaldo Principi, o de Walter Nelson, o de Martín Perazzo. Quienes agregaban emoción, incertidumbre y drama a cada una de sus batallas.

«Don Omar» Narváez, está casado, tiene cinco hijos, y dos de ellos con su actual pareja. Está involucrado con el boxeo en Argentina como entrenador de la selección nacional juvenil y junior, impartiendo su experiencia y buen ser a la próxima generación. Es comentarista de boxeo en la televisión y lo hace muy bien, siempre es muy interesante y enriquecedor escucharlo. Y también ayuda a su hijo, Junior, quien, al igual que su padre, pelea con 52 kg y es considerado, en algunos sectores, como uno de los mejores júniors del país.

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